El amor sano de pareja, nada tiene que ver con lo que en los últimos años, series, películas, libros y canciones, se han encargado de inculcarnos. Una amor sano, no es una montaña rusa de emociones que puede resultar muy excitante al principio, para acabar siendo agotador.
¿Qué debemos tener en cuenta para que funcione una relación?
- ¿Nos resulta atractivo? ¿Esa persona nos atrae y provoca que podamos tener una intimidad?. No solo nos referimos en el ámbito sexual ¿Podemos ser nosotros mismos? ¿Podemos hablar de cualquier tema? ¿No nos sentimos juzgados cuando exponemos ideas, propuestas o sentimientos?
- ¿Compartimos los mismos valores? Es muy importante saber si esa persona tiene unos valores parecidos a los tuyos. De lo contrario siempre habrá punto de fricción en determinados temas o decisiones que tomar.
- ¿Compartimos proyectos? Ya sea a corto o largo plazo. Desde planear las actividades del fin de semana o vacaciones a decidir comprarse una casa, cambiar de país o tener hijos. Al final los proyectos son el pegamento que mantiene unida a una pareja. Lo ideal es ir añadiendo proyectos a la lista, y poder compartir todo aquello que se consigue en equipo.
¿Cómo trabajar en tener un amor sano de pareja?
Por mucho que nos vendan que al final el amor todo lo puede y que las cosas surgen y hay que dejarse llevar, una vez pasado el enamoramiento inicial, si queremos conservar y hacer crecer una buena relación de pareja, hay cosas que deberíamos hacer:
- Crear rutinas, hacer planes para estar con tu pareja: una cena los dos solos cada 15 días, ir al cine, a pasear, de compras o a patinar… se trata de planificar “tiempo para estar con mi pareja” sin niños, familia, amigos. Dar un beso, un abrazo y los buenos días, incluirlo en nuestra rutina diaria, son acciones automáticas que nos unen a nuestra pareja.
- Modificar conductas. Comunicar aquellas cosas que no nos gustan y por tanto tendrá una consecuencia, no contará con nuestro apoyo y por el contrario reforzar aquello que sí nos gusta. Sin dramas.
- Trabajar en tener una relación que no sea adictiva. Para ello debo tener una vida propia, me gusta tener una relación con mi pareja, pero si por razones de salud, trabajo o familiares no estamos juntos, puedo perfectamente vivir mi vida. La dependencia emocional nos va a llevar a tener una mala relación de pareja.
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